El
Club de Doñana denuncia el absoluto estado de abandono y dejadez en que se
encuentra el Parque Nacional de Doñana y su entorno por parte de la Consejería
de Medio Ambiente, incapaz de hacer frente a sus competencias y obligaciones
legales.
Es alarmante la falta de gestión en este
Parque y su entorno, declarado Patrimonio de la Humanidad, y cuya
gestión ordinaria está perfectamente reglada por normas, planes, programas y
partidas presupuestarias recogidas en nuestro ordenamiento autonómico y que tan
sólo habría que aplicar.
Si
a la sequía que experimenta este año su marisma, se suman las extracciones
ilegales; la no realización de la Regeneración Hídrica aprobada por Ley, y
conocida como Plan Doñana 2005; la ocupación y transformación de cauces
públicos; la permanente amenaza del dragado del Guadalquivir; la constante
mortandad de linces por la incapacidad de ordenar el territorio durante más de
una decena de años; los miles de pozos ilegales a los que se les unen las
balsas también ilegales visibles en cualquier inspección a la zona o fotografía
de satélite; las denuncias de la guardería sobre falta de medios; la ausencia
de dirección en los últimos años; y el
incumplimiento generalizado de la normativa ambiental autonómica,
nacional, europea y de los Convenio internacionales suscritos, la conclusión es
de pesimismo total sobre el futuro de Doñana. Cada año la situación se vuelve
más insostenible.
El colmo es que en esta época de
gran sequía, cuando acaban de llegar miles de ánsares en su migración de los
países nórdicos, -calculados este año en menos de diez mil, cuando
históricamente se llegaba a los 80 mil-, al encontrase con la marisma de Doñana
sin agua, se ven obligados a comer en el exterior de Doñana, en arrozales,
donde están siendo cazados masivamente, a veces con procedimientos ilegales, en
una proporción absolutamente insostenible.
Cuando el Patronato de Doñana aún se
convocaba, en estos años de sequía se acordaba la prohibición de la caza de
ánsares y patos en las provincias de Huelva, Sevilla y Cádiz, además se
disponía el llenado de agua desde septiembre de los grandes lucios del Lobo, Mari Lope o el
Buen Tiro en el Parque Nacional.
La absoluta desidia del Consejo de
Participación del Espacio Natural Doñana, más la de su dirección, ausente en
este momento, e inhibida durante su mandato, y la de las Administraciones están
ocasionando una masiva mortandad de su avifauna, por medios legales pero
también ilegales.
El Club de Doñana exige públicamente
a todas las Administraciones, funcionarios implicados, y cuerpos responsables,
Consejería de Medio Ambiente, Ministerio de Agricultura, Fiscalía, SEPRONA,
Consejo de Participación, Dirección del Parque Nacional, etc., que asuman el efectivo ejercicio de sus
competencias y obligaciones, así como la renovación del compromiso con su
vocación de servicio público con el que accedieron a estos cuerpos, retribuidos
con dinero público para, entre otras cuestiones, velar por la integridad de estos
bienes patrimonio de todos, como es el caso de Doñana.
Y al Ministerio de Agricultura, el
Club de Doñana le exige que asuma sus competencias sobre el Parque Nacional de
Doñana, tal como le mandata la Ley de Parques Nacionales ante la situación de
emergencia del mismo y la gravísima dejación por parte de la poderosa en
medios, pero escasa en convicciones, Consejería de Medio Ambiente, incapaz de
coordinar las excesivas actividades humanas en el entorno con la conservación
de este Parque único en el mundo.
Finalmente El Club de Doñana
recuerda que está a la espera de la visita de inspección anunciada por la
Defensora del Pueblo, Soledad Becerril, hace ya casi un año, precisamente a
raíz de una queja del Club por el incumplimiento de la legislación de Doñana.